18 ago 2016

Listeria en el embarazo

La listeriosis es una infección debida a la bacteria Listeria monocytogenes. Una zoonosis poco frecuente en humanos, pero extremadamente grave. Tiene poca morbilidad, pero muy alta mortalidad (30%) que en el caso de grupos sensibles se eleva aún más (hasta un 70%).
La contaminación tiene lugar, generalmente, durante el consumo de alimentos que contienen la bacteria responsable de la enfermedad. Entre estos alimentos están la leche cruda, queso elaborado con esta leche, carne cruda o mal cocinada, verduras crudas, embutidos, patés, quesos frescos o poco curados (camembert, brie...). La mujer puede transmitir el bacilo al feto durante el embarazo (por medio de la placenta) o en el momento del parto.



Hay de 2 a 7 casos por cada millón de habitantes. Tiene un período de incubación muy largo, unas 5 semanas, siendo muy difícil rastrear el alimento que lo provocó. La susceptibilidad es mayor en niños, ancianos, embarazadas e inmunodeprimidos. Los síntomas son una primera forma intestinal asintomática parecida a la gripe, y después:

-Embarazadas: aborto, incluso a término, o nacimiento de niños con septicemia.
-Niños, ancianos e inmunodeprimidos: grave tendencia a la septicemia, meningitis, endocarditis y neumonía.
-Adultos sanos: meningitis, meningoencefalitis y trastornos respiratorios.
Tratamiento.
La listeriosis se trata con la asociación de dos antibióticos durante un período de 3 semanas, aunque hay que tener en cuenta el alto índice de mortalidad.

Para evitar contraer la infección durante el embarazo, hay que tomar algunas precauciones alimentarias, como: evitar consumir las verduras crudas o poco cocidas, preferir los embutidos envasados a los que se venden cortados al momento, volver a cocer los alimentos conservados en el refrigerador, no consumir la envoltura o la parte exterior de los quesos de pasta blanda, hervir la leche cruda o pasteurizada antes de consumirla y no fiarse de los productos artesanales.

Por otro lado, es aconsejable lavarse las manos después de haber manipulado los alimentos crudos y limpiar y desinfectar regularmente el refrigerador.


A pesar de los cuidados que yo lleve, de no consumir cosas caseras, fijarme en quesos, si estaban sin pasteurizar, preguntando en bares si las mayonesas eran caseras o envasadas, cocinándolo todo bien…

Vamos lo normal pero sin ser una obsesiva compulsiva y me toco. Se cruzó en mi camino la bacteria, no sé en qué momento, ni en que alimento, ni donde. Pero me arrebato a mi bebe, mi hijo, mi vida, por lo que había soñado. Un niño precioso que ya me hacía saber cada día que estaba ahí con sus pataditas.


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